Piel al rojo vivo  hace referencia al proceso de disección que resulta en una herida abierta la cual es infringida por un agente externo, haciendo así una analogía sobre la búsqueda de dignificar o representar de una manera positiva a la otredad física que anteriormente había sido estigmatizada. Sin embargo, al continuar siendo estos actos externos infligidos sobre la identidad del otro impiden que ésta comience un proceso de cicatrización, pues se trata todavía de una conceptualización ajena. 

 

             En esta sección se encuentra una serie de obras que representan la otredad desde un punto de vista externo, cuyos artistas, a pesar de buscar dignificar, imponen juicios sobre su identidad. Dichas obras permiten hacer un recorrido histórico sobre la representación de la otredad, ahora vista bajo las gafas de la modernidad y las vanguardias. Estas se encuentran dispuestas de manera cronológica a partir de mitad del siglo XVII hasta el 2005.

 

               Piel al rojo vivo implica un ejercicio reflexivo y un primer intento de cambiar el paradigma de la estigmatización de lo otro a través de las prácticas de las artes visuales. No obstante, continúan siendo emisiones de juicios de une mediadore perteneciente a la norma sobre une otre alienade, aquí la de le artiste al ser una mirada externa, aunque crítica, no logra  reivindicar la situación en su totalidad.